«Esto no es más que un retroceso a aquellos viejos tiempos… en los que la mujer estaba realmente oprimida, y no podía siquiera participar en las obras de teatro. En la antigüedad, los personajes femeninos eran interpretados por hombres…»
Emmanuel Danann nos explica cual es la realidad detrás de este acto que nos quieren vender como un avance social.